Cientos de miles de venezolanos que agitaban banderas llenaron el
domingo una avenida de Caracas durante el cierre de la campaña de
Henrique Capriles Radonski, que en las elecciones de la próxima semana
buscará poner fin a los casi 14 años de gestión del presidente Hugo
Chávez.
Capriles fustigó al socialista Chávez como un autócrata que
malgasta el dinero de Venezuela en amigos extranjeros, un gobernante que
promete mucho pero cumple poco, y un hombre que habla de la paz mundial
mientras los crímenes en las calles de su país llegan a un nivel
récord.
“El es luz para afuera y oscuridad en Venezuela,” declaró
Capriles desde una elevada plataforma ante la enorme multitud reunida en
al amplio Avenida Bolívar, vestido con una camisa y un sombrero con los
colores amarillo, azul y rojo de la bandera venezolana.
Chávez ha
dado cientos de millones a amigos en el extranjero —para un estadio
deportivo en Uruguay, una clínica en la República Dominicana y una banda
de salsa en Puerto Rico— a pesar de que muchos venezolanos permanecen
sumidos en la pobreza, agregó.
Capriles nunca mencionó a Cuba, que
recibe subsidios de miles de millones de dólares de Chávez pero que
mantiene a un personal médico de 30,000 personas en Venezuela que
atienden a la población pobre del país y son vistos con buenos ojos.
“El
quiere salvar a la humanidad… ¿pero quién nos salvará a nosotros?”,
dijo Capriles a la multitud asistente al acto, que constituyó el cierre
de su campaña como candidato de la oposición unificada para las
elecciones presidenciales del 7 de octubre en el país productor de
petróleo, con 30 millones de habitantes.
Chávez, socialista
declarado y áspero crítico de Estados Unidos, fue elegido por primera
vez en 1998 y tiene previsto cerrar su campaña de reelección con un acto
semejante en la misma avenida el jueves. Muchas encuestas le dan la
ventaja, mientras que otras favorecen a Capriles.
Los partidarios
Capriles comenzaron a marchar alrededor de las 10 a.m. desde siete
puntos alrededor de la capital, en lo que parecían ser siete ríos
humanos, y habían copado la Avenida Bolívar mucho antes de que el
candidato llegara en la cama de un camión abierto a las 2:50 p.m.
Vestida
con una camisa estampada con la bandera de Venezuela, Omaira Martínez,
de 46 años de edad y secretaria en la oficina de recursos humanos de una
empresa privada, dijo que votó por Chávez en su primera elección en
1998, pero nunca más después.
“Nunca cumple lo que promete. Nos
traiciona”, dijo Martínez mientras se preparaba para iniciar su marcha
desde la Plaza Venezuela. “No ha hecho nada con las viviendas, con la
educación, con el crimen, porque nos están matando todos los dias”.
Venezuela
tiene la cuarta tasa mundial más elevada de homicidios después de
Honduras, El Salvador y Jamaica, de acuerdo con datos de Naciones
Unidas.
La contadora Alexandra Martínez, de 38 años, dijo que
nunca voto por Chávez, y que no lo hará esta vez debido a su
autoritarismo, su embestida contra las clases media y alta del país, y
sus repetidos enfrentamientos con Washington.
“Queremos paz y
democracia. No queremos dictadura”, dijo Martínez mientras ella y su
madre, Aura Fernández, iniciaban su marcha de cuatro millas hacia la
manifestación. Capriles, añadieron, gobernó de manera excelente durante
sus cuatro años como gobernador de Miranda.
Subrayando su
descontento con el presidente había un grupo de unos 50 manifestantes de
Bandera Roja, un partido político marxista que desciende de un grupo
guerrillero de izquierda formado en Cuba durante la década de 1960.
Chávez
es “sólo un capitalista disfrazado de rojo”, dijo el portavoz del
grupo, Pedro Andrade, un estudiante de ciencias políticas de 25 años, en
referencia al color del oficialista Partido Socialista Unido de
Venezuela. Chávez “no está dentro de nuestros principios revolucionarios
como vanguardia de la lucha proletaria”.
Después de la
manifestación en apoyo a Capriles, uno de sus anuncios políticos de
televisión mostró a Chávez haciendo muchas promesas que nunca se
cumplieron. Otro lo mostró jactándose en un evento de que las reservas
de petróleo del país pertenecen ahora al pueblo venezolano, y en otro
enumerando a las compañías extranjeras que participan en la explotación
de las reservas.
Un grupo de unos 50 simpatizantes de Chávez
montados en motocicletas, los temidos “motorizados” que han lanzado
ataques durante otras manifestaciones de la oposición, se hicieron
presentes en las calles cerca de la concentración de Capriles, pero no
se reportaron incidentes de violencia. También se presentaron
escuadrones antimotines de la Policía y la Guardia Nacional.
Tres
partidarios de Capriles fueron muertos en el estado occidental de
Barinas cuando por lo menos un hombre armado abrió fuego contra una
caravana del partido Primero Justicia, que es parte de la coalición
opositora que respalda a Capriles.
El ministro de Justicia y del
Interior, Tareck El Aissami, informó el domingo mediante un mensaje de
Tweeter que se había arrestado a un sospechoso, pero no lo identificó.
Funcionarios de Primero Justicia han alegado que los disparos mortales
vinieron de un grupo de partidarios de Chávez.
Mientras tanto,
Chávez acusó a Capriles de formar parte de una “derecha radical y
enloquecida” que se está haciendo pasar por izquierdista para eliminar
su modelo de “socialismo del siglo XXI”.
“Nadie en su buen juicio
puede decir que el modelo está agotado. Tanto no está agotado que la
derecha ha tenido que disfrazarse de izquierda”, argumentó el presidente
durante una entrevista de televisión grabada el pasado jueves y
difundida el domingo.
Chávez admitió que su modelo de socialismo
requiere “un nuevo impulso, un nuevo vigor” después de casi 14 años en
el poder, pero insistió en que la mayoría de los venezolanos apoya su
gestión.
Su victoria en las elecciones del próximo domingo
conviene, agregó, a los dueños de las grandes empresas privadas y “a
toda la burguesía, porque con Chávez aquí se garantiza la tranquilidad,
la paz y el desarrollo del país”.
Añadió que también “la clase
media alta debería votar por Chávez, quien es garantía de bienestar
familiar”, y lamentó no haber podido lograr hasta ahora que en esos
sectores no se le mire “con odio”.
El corresponsal de The Miami Herald Jim Wyss, y cables noticiosos contribuyeron a esta nota.
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Fin a la era del odio
Ante
un lleno impresionante de la avenida Bolívar y sus alrededores,
Capriles prometió gobernar para todos los venezolanos y poner fin a la
violencia, "que sólo deja hogares y familias destruidas". Dijo que el
próximo domingo será presidente para cumplir con las promesas de un país
mejor, no para crear un partido político y anunció el fin de la
regaladera de las riquezas venezolanas a otros países
Ante
un lleno impresionante que no solo plenó la avenida Bolívar sino que
desbordó las calles y avenidas contiguas al centro capitalino, el
candidato presidencial Henrique Capriles Radonski clausuró este domingo
su campaña electoral en Caracas con la convicción de que el próximo
domingo será presidente, "pero no el presidente de un solo sector de los
venezolanos, sino de todos los venezolanos", porque, enfatizó, "vamos a
hacer un gobierno de unidad, sin exclusiones ni pases de factura... un
gobierno donde quepan todos, incluso aquellos que no votaron por nuesra
opción".
Capriles, quien a las 2 de la tarde atravesó, subido a un auto, la
avenida Bolívar, ataviado con una camisa tricolor y haciéndose paso
entre un mar de gente que horas antes había cubierto la arteria
principal de Caracas, al tiempo que regalaba gorras tricolor, símbolo de
su candidatura por cortesía del CNE, no tuvo dudas en calificar la
concentración como "la más grande que se había registrado en Caracas", y
lamentó que la avenida le haya quedado pequeña para la cantidad de
caraqueños que acudieron al llamado de este acto.
¡Arriba Caracas!, !Qué viva Venezuela!, !Qué viva Caracas!”, fue lo primero que dijo Capriles al subirse a la tarima.
De inmediato, al iniciar su intervención, el abanderado de la Unidad
lamentó la muerte de tres activistas del Comando Venezuela en Barinas, a
manos de presuntos militantes del PSUV, quienes además son funcionarios
de la gobernación de Barinas, y que actualmente permanecen detenidos
para ser llevados a un tribunal y ser imputados por homicidio. "Ayer la
violencia cobró la vida de tres jóvenes, algo que nunca ha debido pasar.
Quiero decirle a nuestro pueblo en Barinas, que el 7 de octubre vamos a
derrotar la violencia en Venezuela”. Dijo que el pueblo está cansado de
la violencia y a la confrontación. “No tenían por qué caer esos tres
jóvenes producto de la intolerancia. El 8 de octubre vamos a construir
un país de paz, y los derrotados van a ser los violentos”, dijo.
Al respecto, Capriles dijo que estos tres venezolanos, compatriotas,
"nuevas víctimas de la violencia que desde hace años se ha instalado en
el país", constituyen la mejor demostración que nuestro desafío es
acabar con la violencia, "de que nuestro gobierno debe ponerle fin al
odio" y acabar con esa persecución y exclusión de los ciudadanos por su
forma de pensar.
Aseguró que los venezolanos abrirán las puertas del progreso el 7 de
octubre. “A los jóvenes, les decimos que tenemos todos los recursos y
talento humano, pero nos hace falta un buen Gobierno. Nadie puede tener
miedo, solo a estar estancado, el 7 de octubre tenemos que vencer el
miedo y las promesas incumplidas. Cuando vayan a votar el 7 de octubre y
estén frente al tarjetón, piensen es su mujer, en su madre, en su
padre, en sus hijos y en ustedes. Ese día será alegre, hermoso, será el
día de Venezuela. Antes marcar y dejar su huella, cuando vean la foto
del flaco, siéntanse reflejado en ella, voten por ustedes, porque yo
también lo haré, voy a votar por Caracas, por Venezuela, por el pueblo
que necesita ayuda, voy a votar para que el país salga adelante”.
Capriles Radonski reiteró que el 8 de octubre los derrotados serán
los intolerantes. “El 8 de octubre no habrá pueblo derrotado, la etapa
del odio quedará enterrada en Venezuela a partir del 7 de octubre. Lo
que pasó en Barinas nunca debió ocurrir. A los familiares de esos tres
ángeles les decimos que el 7 de octubre vamos a derrotar la violencia. A
Venezuela tiene que llegar la paz porque, qué le decimos a quienes
están a las afueras de la morgue de Bello de Monte, a los que han
tenido que trasladar a sus muertos en carros particulares porque no
llega la furgoneta. ¡Qué le decimos a los que viven en un barrio y
sienten miedo, a las madres que temen cuando sus hijos salen a la calle
porque no saben si van a regresar! ¡Cuántas personas han perdido la
vida, con este Gobierno se multiplicaron por cinco los homicidios!. No
podemos decirle que la función debe continuar como lo hacen ellos, sino
que vamos a ponernos al frente de la seguridad”.
Dijo que el pueblo de Caracas se cansó de promesas incumplidas. “¿Que
pasó con la universidad de Catia, los 19 de planes de seguridad
fracasados, el cardiológico de Montalbán? ¿Que pasó con el Bus Caracas,
la línea 5 del metro, el parque de La Carlota, donde solo aterrizan los
aviones de los boliburgueses, qué pasó con el saneamiento del río
Guaire? Pura cháchara. Más claro no canta un gallo, al candidato del
Gobierno no le no importan las viviendas, si se va luz, las calle
destruidas, si usted está mal y no tiene empleo, a él solo le importa su
revolución. A solo 7 de las elecciones, les digo que a mí lo que me
importa es el pueblo de Venezuela. Usted no se comporta como el
presidente de todos, yo si seré el Presidente de todos los venezolanos.
Usted llegó al extremo, de decirle a nuestro pueblo que no importa que
lo atraquen, que lo que importa es su proyecto político. Aquí lo
importante es construir un país, nuestra ideología es progresar es
superar la pobreza, que haya empleo y seguridad”.
En ese sentido, el candidato opositor responsabilizó al gobierno
actual de no haber hecho nada contra la violencia, del mismo modo como
tampoco ha hecho nada por los jovenes desempleados, ni por las familias
damnificadas que todavían peramanecen en los refugios. "Yo trato de
comparar las ofertas del candidato de Gobierno con su obra y descubro
que no ha hecho nada, que ha engañado al pueblo venezolano, y ahra piden
que le den seis años más para realizarlas obras". Y agregó: ¿Pero yo me
pregunto seis años para qué? ¿si no hizo nada en 14 años en materia de
salud hospitalaria, vialidad, inseguridad o desempleo , ¿acaso piensa
hacerelo en 6 años".
Capriles enfatizó que desde el 8 de octubre en Venezuela se iniciará
la construcción de un “país de paz”, “el pueblo está cansado de la
violencia y la confrontación”.
Recordó su trayectoria política y
pidió a los venezolanos identificar cuál de los candidatos quiere un
cambio y cuál se enfermó de poder, “el que hoy está en Miraflores
defraudó al pueblo venezolano, yo sigo igual de flaco, pero sigo
buscando el cambio para Venezuela”.
Aseguró que nunca pretenderá ser
un mesías y que sólo trabajará para enterrar la época de odio.
"Sacaremos a este país adelante, tenemos que entender que el país lo
hacemos entre todos”.
Invitó a los presentes que, una semana antes de las elecciones, hagan
su balance y vean si estos últimos 14 años han vivido con seguridad y
sin han visto prosperar en sus sueños. "Pues yo le diré que que a partir
del 7 de octubre vamos a estar mejor”. También dirigió su mensaje a las
madres que han perdido hijos víctimas de la violencia, “por sus hijos
vamos a sacar este país adelante, vamos a tener paz en esta tierra. A
las madres que temen cuando sus hijos salen, les digo que hay un
camino”.
Se refirió igualmente al derroche del gobierno actual, que
ha regalado a otros países 259 mil millones de bolívares" y enumeró
algunos de las donaciones y obsequios hechos por el presidente Chávez a
otros países, a veces sin justificación, cuando en Venezuela hay
familias que están pasando necesidades.
"Miren esto: 430.000 bolívares para un estudio de limpieza del río
Hudson en la ciudad de Nueva York, allá en el imperio; donación para una
orquesta de salsa de Puerto Rico, 430.000 bolívares; reforma de una
refinería en Jamaica, 423 millones de bolívares". Frente a estas cifras,
el candidato mencionó la situación de los hospitales en el país, "no
tienen ni una gasa (...) pero es que la revolución es luz para afuera y
oscuridad en la casa".
"Pues, yo les digo que a partir del 10 de enero se acabaron los
regalos, la entrega de nuestro petróleo, todos los recursos serán para
nuestro pueblo".
Llamó a los venezolanos a conocer el programa de gobierno del
Presidente y resaltó que mientras Caracas se convirtió en una de las
ciudades más violentas del mundo, "la propuesta del Gobierno es lograr
el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria. Mi hermano, y
la paz en el 23 de enero quién la garantiza, la paz en cualquier rincón
de nuestra Venezuela. Vengo aquí para asumir el compromiso de la paz en
Venezuela".
Refirió que el Gobierno habla sobre recuperar la independencia en el
país. “La independencia no se la debemos a usted (Chávez), se la debemos
a Bolívar y a los libertadores de Venezuela. Si usted se cree otro
Bolívar está en su derecho, pero Bolívar es de todos y usted no se
comporta como el Presidente de todos y yo si quiero ser el Presidente de
todos los venezolanos (…) La verdadera independencia es tener vivienda,
luz, agua, es caminar tranquilos por las calles de Venezuela”.
Dijo que en estos días el candidato del Gobierno afirmó que que no
importan las viviendas si se va la luz, si la calles están destruidas.
"Si usted no tiene empleo, si está mal, que lo único que importa es la
revolución. Yo le quiero decir que aquí lo que único que importa es el
pueblo de Venezuela”.
Al dar las gracias a los presentes "porque han dado una demostración
de fuerza, ustedes son los protagonistas de la historia", Capriles
invitó a todos los venezolanos su deber con ellos mismos y que acudan a
votar, "porque ese día será una fiesta para Venezuela".